Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado para con el Padre, a Jesucristo el Justo.

1 Juan 2:1 NBLA

En esta carta de Primera de San Juan, el apóstol Juan les escribió a los creyentes de Asia Menor (Turquía). Como es de conocer, las cartas de Juan tienen un tono paternal hacia sus lectores. Utiliza textos como “Hijitos míos”, “Hijitos”, “Hijos” y “Amados”.” Evidenciando un amor paternal hacia sus seguidores.

Empieza la carta haciendo un contraste entre el Dios de Luz y las tinieblas (1 Juan 1:5). Les urge a caminar en la luz, la cual representa la santidad de Dios.

Por eso les dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel para limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Parakletos

Parákletos (παράκλητος) — abogado, defensor legal, intercesor, consolador, ayudador.

En el versículo 1 del capítulo 2 les da la seguridad escribiéndoles que el creyente tiene un abogado (Parakletos), intercesor en Jesús. Urgiéndole que si pecamos podemos todavía recibir perdón. Porque él es la propiciación del creyente: el que ha satisfecho la ira de Dios por nuestros pecados. Siendo él la expiación de nuestros pecados.

Si decimos que no tenemos pecados (1 Juan 1:8) y no hemos pecado (1 Juan 1:10), le hacemos mentiroso. Somos pecadores por naturaleza, pero gloria a Dios que podemos venir a nuestro abogado, quien ha pagado la culpabilidad de nuestras ofensas hacia Dios y recibir la reconciliación con Él.

Propiciación — sacrificio que satisface

Pero este abogado no es un permiso para que el creyente siga en sus pecados porque el apóstol Juan les instruye (1 Juan 2:3-6) que si estamos en Él, entonces guardaremos su palabra y su amor se perfeccionará en nosotros. Es un llamado a la obediencia, pero si pecamos tenemos un abogado en su gracia: a Jesucristo el Justo.

Profundizar (1 Juan 2:1-6)


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