El orgullo que ciega
El orgullo nos engaña y lleva a la caída, pero en Cristo hallamos perdón y restauración.
No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento
Jesús vino a salvar pecadores, no a quienes confían en su propia justicia.
Es necesario nacer de nuevo
Jesús enseñó a Nicodemo que sin un nuevo nacimiento del Espíritu nadie puede ver el Reino de Dios.
La ira de Dios permanece sobre el que no obedece al Hijo
Creer en Cristo implica obedecerle; de lo contrario, permanecemos bajo juicio.