No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento
Jesús vino a salvar pecadores, no a quienes confían en su propia justicia.
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros
Cristo tomó nuestro lugar en la cruz para darnos su justicia.
He aquí, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo
Jesús es el sacrificio perfecto que nos reconcilia con Dios.