Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros
“Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él” - 2 Corintios 5:21, NBLA
La Biblia nos enseña que Dios es justo y recto; es decir, perfecto, sin mancha, y de Él brota justicia perfecta. Su carácter exige justicia de su creación. Cuando Adán y Eva desobedecieron, el pecado entró en el mundo y manchó su creación. La Biblia también enseña que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23): la pena y la justicia que merecemos por nuestro pecado es la muerte y la separación total de un Dios santo.
Sin embargo, ¡hay buenas noticias! La Biblia también enseña que Dios ama a su creación y abunda en misericordia y gracia. Pero no debemos malinterpretar su amor como si anulara su justicia perfecta. Su justicia no puede pasar por alto el pecado. Entonces, ¿qué debe suceder? ¿Cómo se paga nuestra culpa? Ahí es donde entra nuestro versículo de hoy: 2 Corintios 5:21.
En este versículo leemos que la justicia de Dios fue puesta sobre Cristo, quien no conoció pecado. En otras palabras, Dios el Padre hizo que Cristo fuese tratado como «pecado», aunque Él mismo jamás pecó, por causa nuestra. Cristo tomó sobre sí nuestros pecados, pagando la pena que exigía la justicia de Dios. Jesús fue puesto como sustituto, de modo que todo el que crea en Él y se arrepienta tenga la justicia de Cristo. Cuando creemos y venimos a Jesús, Dios ya no nos cuenta nuestros pecados, porque los ha puesto sobre Cristo. No solo pagó la culpa, sino que Dios también nos acreditó su justicia y nos hizo justos por la obra de Cristo en la cruz. Esta es la buena noticia del evangelio y el fundamento para todo el que cree.