He aquí, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo
“Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: «¡Miren, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!” - Juan 1:29, NBLA
En el centro de las buenas nuevas de salvación está el perdón de los pecados. Hay muchas partes de la Biblia donde se habla del perdón. En Juan 1:29, Juan el Bautista anuncia que solo Jesús quita el pecado del mundo.
Cuando hablamos del perdón de Dios, debemos hablar del pecado. ¿Qué es el pecado? Es una violación de la ley moral de Dios y una ofensa personal contra un Dios santo y justo, quien hace valer su ley con justicia (1 Juan 3:4). El pecado trae culpa y, bajo la justicia de Dios, la pena es la muerte. Todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Nacemos con pecado. La Biblia nos dice que la paga y la culpa del pecado es la muerte y la separación eterna de Dios (Romanos 6:23).
¡Pero hay buenas noticias! Jesús, el Cordero de Dios, ha pagado la pena de nuestro pecado en nuestro lugar (Isaías 53:5). Nosotros hemos fallado a su gloria, pero Jesús es justo y perfecto en todo. Él tomó nuestro lugar en la cruz, pagando el precio mediante el derramamiento de su sangre en el Calvario, otorgándonos perdón y quitando nuestra culpa (Efesios 1:7). Nuestro pecado nos separó de Dios, pero Él abrió un camino por el sacrificio de Jesucristo para reconciliarnos con Él.
¿Cómo debemos responder? Podemos responder con arrepentimiento hacia Dios, reconociendo que hemos pecado contra Él y confesando que Jesús pagó la culpa que merecíamos (Hechos 3:19). El arrepentimiento implica apartarse del pecado y volvernos a Dios en fe. La Biblia dice que la paga del pecado es muerte y separación eterna, pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús (Romanos 6:23).
